Datos generales
El municipio de Yaiza, situado al sur de Lanzarote, es uno de los más extensos de la isla, con 27.195 hectáreas y el que más atractivos turísticos y parajes naturales ofrece al visitante. Fue el primer lugar de conquista y el primer enclave europeo en Canarias, conocido con el nombre de Rubicón que, por disposición pontificia, su modesta capilla de San Marcial pasó a convertirse en catedral, erigiéndose así la primera diócesis del Archipiélago, en 1404. Yaiza tiene una población de catorce mil quinientos cuarenta habitantes, siendo el núcleo principal Playa Blanca, con una población de once mil sesenta y ocho empadronados.
El principal atractivo natural del municipio es, sin duda, el Parque Nacional de Timanfaya, lugar único en el mundo y una de las expresiones más relevantes del vulcanismo reciente del archipiélago. Pero Yaiza no es sólo Timanfaya, en este término, uno de los más bellos y singulares de Canarias, podemos admirar, en su capital, y sus pueblos singulares especialmente conservados e integrados en la naturaleza; unas playas vírgenes como las del Papagayo, calas paradisíacas de arena blanca, convertidas hoy en parajes naturales protegidos. Destacar asimismo, el «milagro» de la lucha del hombre contra la naturaleza, La Geria, malpaíses cultivados con esmero, donde el agricultor ha hecho verdaderas obras de arte pétreas en su batalla contra el viento y los elementos. Y, junto a ello, Playa Blanca, que ha sabido combinar su tradición marinera con un desarrollo turístico sostenido y de calidad. Añadiéndose además, otros singulares lugares como El Golfo, una simbiosis entre mar y fuego, donde un cráter semisumergido ha dado lugar al Charco del Clico, de aguas de color verde esmeralda, Los Hervideros, abruptos ríos de lava que penetran en el mar, testigos vivos del cataclismo eruptivo del siglo XVIII, o las Salinas del Janubio, otro exponente del esfuerzo humano en busca de la obtención de recursos naturales.
En el municipio de Yaiza destacan paisajes llanos (Llanura del Rubicón), pequeños valles (Uga, Yaiza casco), áreas de vulcanismo antiguo (Los Ajaches, con más de 15 millones de años) y de erupción más reciente (Timanfaya, 1730-1750).
Yaiza es el espacio más antiguo de Lanzarote, con algo más de 25 millones de años de su emergencia del volcán submarino que le dará vida. A lo largo de la historia se han producido tres grandes ciclos volcánicos: el primero, entre 10-15 millones de años (Los Ajaches); un segundo ciclo, entre los 3-5 millones de años, cuya máxima expresión en el área que se extiende desde Femés hasta Montaña Roja; finalmente, el tercero que se extiende entre los 2 millones de años y 1824, última erupción histórica insular.
En cuanto a su clima, está influido por la cercanía a las costas saharianas (apenas 100 millas marinas) y su inclusión en el área del poderoso anticiclón de las Azores. Se constata una estrecha interdependencia histórica entresuelo-relieve, marcado por un continuado proceso de construcción-erosión.
Yaiza destaca por su elevado número de horas de sol, con un débil régimen de pluviosidad anual (aproximadamente uno 300 mm./año), sin duda influido por la escasa entidad de su relieve. Las temperaturas son suaves a lo largo del año (24´5° C-16´8° C, de medias máxima y mínima). Enero es el mes más frío y agosto el más cálido. En resumen su clima general puede ser calificable como árido, cuyo máximo rigor calórico se ve atenuado por el flujo persistente de los vientos alisios.
Si atendemos a sus infraestructuras, Yaiza está bien comunicada tanto con el Aeropuerto como con la capital insular, Arrecife, y el resto de la Isla. La conexión entre Yaiza y su núcleo turístico, Playa Blanca, se puede realizar a través de una autovía rápida y la antigua carretera general. El municipio, a través del puerto de Playa Blanca, mantiene una conexión de ferrys con el cercano puerto de Corralejo, en Fuerteventura. El puerto sirve, además, de refugio pesquero y punto de atraque ocasional para cruceros turísticos.
Yaiza cuenta, en la actualidad, con dos puertos deportivos (Puerto Calero y Marina Rubicón), contando así con una de las ofertas marítimo deportiva más importante de Canarias.
La fauna del municipio de Yaiza presenta un gran interés en el contexto de la isla e incluso del archipiélago, sobre todo si nos atenemos a la presencia de una serie de aves raras y en peligro de extinción, que encuentran en este territorio uno de sus últimos refugios a nivel insular. Los invertebrados se hallan representados por algunos grupos de gran interés en cuanto a su grado de endemicidad (no muy alto pero sí significativo), caso de ciertos órdenes de insectos: ortópteros, coleópteros e himenópteros, entre otros. En cualquier caso, muchas de las especies presentes tienen una distribución mediterránea o norafricana, tratándose de elementos sabulícolas o erémicos que encuentran hábitats idóneos en el municipio. Un total de 39 especies de vertebrados terrestres (con exclusión de las aves migratorias no nidificantes) han sido detectadas en el término municipal de Yaiza hasta la fecha. De ellas, dos pertenecen a la clase Reptilia, 31 a la clase Aves, y 6 al grupo de los mamíferos, si bien es posible que en este último haya que incluir una especie más, la Rata Común (Rattus norvegicus), citada para otras zonas de la isla. La proporción de especies autóctonas o introducidas es ínfima, lo cual nos indica que la calidad faunística del municipio es alta, al menos en lo referente a los vertebrados. Si además se considera al grupo de las aves migratorias, de las que se han citado más de 190 especies para el conjunto de Lanzarote (v. Emmerson et al., 1994) -muchas de ellas avistadas dentro del municipio en alguna ocasión-, el interés de la fauna vertebrada de la zona sería aún mayor.
La predominancia de hábitats eminentemente xéricos (llanos terroso-pedregosos, laderas y acantilados áridos, etc.) en el sector, condiciona una fauna característica de tales ambientes, si bien destaca, por otra parte, la existencia de una zona húmeda seminatural -las salinas de Janubio- que constituye sin duda una de las áreas de mayor interés de Canarias para la observación de aves limícolas, tanto migratorias como nidificantes.
Hay que comentar que, afortunadamente, la mayoría de las zonas de interés para la fauna están incluidas dentro de la actual red de espacios naturales de Canarias, existiendo además un Parque Nacional, el de Timanfaya, que constituye un modelo de gestión en muchos aspectos, y que se ha revelado como una de las áreas de mayor interés de todo el archipiélago para la realización de estudios biológicos y ecológicos, un auténtico laboratorio natural que debe ser preservado a toda costa.
Yaiza presenta varias zonas de interés faunística, entre las que destacan:
- Parque Nacional de Timanfaya
- El Mojón
- Salinas de Janubio
- Acantilados costeros de Los Ajaches
- Zona de Llanos de la Mareta – Hoya de la Yegua
- Llanos de Playa Quemada – Cortijos Viejos
La escasa altitud media del término municipal de Yaiza y su clima esencialmente árido, con débil pluviometría, sumado a las erupciones históricas de Timanfaya que han sepultado casi la mitad de su superficie con materiales muy recientes de nula fertilidad, constituyen factores limitantes para el desarrollo de la flora y vegetación.
A pesar de todo, en Yaiza se encuentran diversas e importantes comunidades florísticas, como se detallan a continuación:
- fruticedas crasicaules y leñosas (tabaibales dulces, tabaibales amargos, matorral de rama cría o turmero y de romerillo).
- vegetación herbácea anual y vivaz no ruderalizada (pastizales terofíticos no nitrófilos).
- vegetación ruderal herbácea y fruticosa (herbazales nitrófilos de cenizos y malvas, barrillares, pastizales de chislate o chirate, herbazal de cardos borriqueros, herbazal de pajitos, hinojal, matorral de bobo, matorral de mato, algoaera y espino, matorral de brusquilla y algoaera, matorral de aulaga y grama, matorral de malvarosa y aulaga, matorral de hierba muda y salado sobre jable, matorral de aulaga y codeso sobre jable).
- vegetación rupícola (comunidad de culantrillo, comunidad de pelotilla).
- vegetación litoral (herbazal halonitrófilo de playas, comunidad de junquillos, matorral de uva y tomillo de mar, sebadales).
- vegetación higrófila y acuática (herbazal de rezumaderos, juncales).
Sus orígenes indígenas guardan relación con la, aún no suficientemente investigadas, migraciones bereberes desde el cercano continente hasta las islas. Su irrupción en la Historia europea se produce en tres etapas bien diferenciadas. La primera, hasta 1391, a través de las noticias de viajes y viajeros medievales, a la búsqueda de esclavos, productos tintóreos (púrpura) e imaginarias riquezas y paraísos perdidos (Jardín de las Hespérides). A partir de 1391 y hasta 1402, se considerarán como parte de Génova, en base al poco conocido viaje de Lanceolotto Malocellus y el primer Portulano que sitúa en la costa occidental africana a Lanzarote y Fuerteventura, signadas por la bandera con el campo de gulas, de la República italiana. Finalmente, como se refleja en otros apartados de la web, con la expedición dirigida por los nobles normandos Jean de Bethencourt y Gadifer de La Salle, saliendo en 1402 del puerto de La Rochelle y arribando a las playas del Papagayo, en Yaiza, el 7 de julio de ese mismo año. En 1404, por una Bula Papal de Benedicto XIII, se declara al asentamiento normando como Ciudad de San Marcial del Rubicón y a su iglesia como Catedral y sede religiosa de Canarias (Obispado Rubicense). Una sede que se trasladará al Real de Las Palmas en 1485, una vez culminada la conquista de dicha Isla. A partir de 1420, los títulos normandos serán cedidos a los señores sevillanos de Las Casas (de igual origen francés) y, con posterioridad, a la familia Herrera (1430). Sin embargo, el dominio señorial castellano será duramente cuestionado por los portugueses, quiénes ocuparán la Isla durante un corto período de tiempo y mantendrán sus pretensiones sobre la misma hasta que los Tratados de Alcaçobas (1479) y Tordesillas (1499) entre Castilla y Portugal concluirá dicha pugna.
Los diversos ataques piráticos berberiscos, especialmente los dirigidos por Arráez, acabarán por arruinar y destruir San Marcial del Rubicón, obligando a sus iniciales pobladores a buscar un asentamiento interior más seguro. Surgen, desde el s. XVI, Femés, Yaiza y Uga que conforman, durante casi tres siglos, los centros neurálgicos del hoy municipio de Yaiza.
Su población, sin duda escasa entre los siglos XV-XVI, evolucionará desde los 440 vecinos de 1676 a los 828 de 1688, manteniéndose prácticamente estancada hasta la década de los años setenta del s. XVIII. La brutal erupción del Timanfaya, entre 1730-1735, arrasará la mayoría de los pequeños asentamientos y forzará a la emigración de la inmensa mayoría de sus pobladores. Así, mientras que el censo de 1733 aún refleja 869 vecinos, el de 1737 los reduce a sólo 210. El Censo de Aranda, en 1769, eleva la cifra de habitantes a 1367, experimentándose una recuperación puesta de relieve en el Censo de Floridablanca(1787), con un total de 1745 habitantes, lo que representaba el 13´6% del total insular. En 1802, los datos de Escolar, sitúan la población en 2151 habitantes que constituirá, hasta la década de los ochenta del siglo XX, una cifra que experimentará escasas variaciones.
No debemos olvidar que hasta bien avanzado el siglo XVII, estos censos incluían la población del hoy Municipio de Tías (Tías, Macher, Masdache, Tegoio, Temuyme, etc.). Yaiza y Femés, desde 1808 y hasta 1952, se constituyeron como dos municipios independientes.
El Parque Nacional de Timanfaya fue declarado en 1974, representa el vulcanismo reciente del Archipiélago y en su seno están presentes los fenómenos eruptivos acaecidos en el suroeste de la Isla entre los años 1730 y 1736, completados
con otra erupción más tardía, en 1824. Los datos históricos apuntan claramente que toda el área destacaba anteriormente por una importante actividad agrícola, centrada en la producción de cereales, que abastecía a la población lanzaroteña y exportaba al resto de las Islas. La rica vega cambió totalmente de fisonomía, convirtiéndose en un lugar inhóspito y desolado, pero de una belleza incomparable.
Timanfaya ofrece una gran diversidad de manifestaciones y fenómenos volcánicos, como multitud de variedades de lavas, hornillos, alineaciones de conos volcánicos y enormes tubos volcánicos subterráneos o jameos.
La creación de este parque nacional respondió a la necesidad de proteger un entramado geomorfológico realmente único. El acceso a Timanfaya desde Yaiza no es nada difícil. Una carretera asfaltada, pero sin señalizaciones horizontales, para integrarla en la vía en el medio, nos conduce hasta la entrada del parque. Entre las varias alternativas al alcance del turista está la de emprender la llamada «Ruta de los Volcanes», un itinerario de unos catorce kilómetros que se recorre en guagua. Parte desde l islote de Hilario, pasa por el denominado Manto de la Virgen, llega al mirador de Montaña Rajada -desde donde se puede divisar una amplia y completa panorámica del campo volcánico–, continúa por el barranco del Fuego y el valle de la Tranquilidad, para volver al punto de partida.