Animadísima celebración del Día del Turismo

Vecinos y visitantes participan de múltiples actividades durante todo el sábado. El Ayuntamiento de Yaiza distingue a los ciudadanos Niels Prahm y Tron Jorstad por su contribución al desarrollo del núcleo turístico en los años 70 y 80.

La calle Limones y el paseo marítimo de Playa Blanca se convirtieron este sábado en todo un centro de ocio al aire libre, donde vecinos y turistas compartieron el divertido programa de actividades conmemorativas del Día Mundial del Turismo propuesto por el Ayuntamiento de Yaiza. El acto institucional estuvo marcado por la distinción a los ciudadanos Niels Prahm y Tron Jorstand, quienes en los años setenta y ochenta no sólo contribuyeron al desarrollo del sur, sino que ayudaron a los habitantes del entonces pequeño pueblo de pescadores a obtener y legalizar sus viviendas.

El movimiento de personas durante la mañana llamaba al optimismo sobre el balance de participación al final de la jornada. Niños y jóvenes aprovechaban los hinchables, puntos de juegos y la espaciosa ludoteca bajo sombra montada en las proximidades del puerto, mientras adultos y mayores visitaban los puestos de la feria de artesanía y el mercadillo de degustación y venta de productos de la tierra, al que se vincularon queserías, bodegas del municipio y las Salinas de Janubio. El público disfrutó una vez más de las delicias tradicionales y probó novedades como el queso de orégano elaborado artesanalmente por Quesería Rubicón de Femés. La dinámica de  las distintas actividades se mantuvo a lo largo del día.

El deporte y el relax no se sintieron extraños en la zona lúdica. La exhibición de tai chi, durante la mañana, y la de jiu – jitsu, por la tarde, completaron las horas reservadas al ejercicio iniciadas por la demostración de los chicos de la Escuela Municipal de Lucha Canaria y el ritmo y esfuerzo impuesto por las clases de spinning  y zumba. El buen tiempo acompañó a los valientes que no claudicaron ni ante las exigencias de las bicis estáticas ni ante la plasticidad del baile aeróbico.

Sorpresa mayúscula se llevó la asistencia con la aparición en escena de tres acróbatas y malabaristas de la Escuela de Circo de Lanzarote. El show de los artistas en las alturas y su derroche de habilidades con pelotas y otros elementos dejó impávidos a los espectadores que al final explotaron con un merecidísimo aplauso.

 

El recuerdo al sector primario volvió a la memoria con el paso de tres burros por la céntrica vía peatonal. “¿Para qué trajeron esos animales?”, preguntó un turista. La respuesta llegó más pronto de lo esperado. El campesino que los guiaba descargó legumbres secas y con su quehacer explicó cómo hace años se utilizaban los animales para pisar las cáscaras y sacar los granos, una estampa cotidiana para los abuelos, pero atractiva para generaciones recientes.

La música reclamaba protagonismo y llegó con fuerza. Los tambores de batucada se dejaron oír aglutinando público en una zona amplia de la calle Limones. Los integrantes de ‘Menuda caña’ hicieron honor a su nombre provocando baile y aplausos con su contagiosa presentación.

Con el sol en el ocaso, aparecieron las notas del folklore canario a cargo de la Parranda Janubio. Impecablemente ataviados, mujeres y hombres hicieron un pequeño recorrido musical por lo más representativo de la Isla y el Archipiélago. Janubio captó la atención de un número significativo de transeúntes en medio de flashes que destellaron sin parar.

 

Acto institucional

El acto institucional dio inició pasadas las 19:00 horas. La alcaldesa de Yaiza, Gladys Acuña, antes de entregar las distinciones previstas, agradeció a todos “los currantes” que posibilitan que el turismo siga siendo el primer sector de la economía municipal e insular. “¿Qué sería de la excelente planta alojativa que tenemos, de los restaurantes, bodegas, bares y cafeterías, sin la aportación del buen hacer de los trabajadores y de la atención al cliente?”. La alcaldesa pidió la colaboración del sector privado para “seguir ganado en atención, en formación, en oferta de ocio y en servicios”. Acuña resumió el compromiso de la Administración para hacer de Yaiza un destino más competitivo y garantizar puestos de trabajo.

La alcaldesa citó las acciones adelantadas para promover el posicionamiento de Yaiza como entorno sostenible y accesible a fin de facilitar el acceso de las personas con movilidad reducida a los distintos servicios turísticos. En palabras de la máxima responsable del Ayuntamiento, la Institución sabe las exigencias de los mercados emisores, el reclamo de segmentos como el turismo deportivo, enogastronómico o familiar y su impacto económico en destino, prueba de ello, destacó, “es la consolidación de las distintas competiciones deportivas que se celebran en Yaiza”.  La alcaldesa anticipó que el Ayuntamiento trabaja en los pliegos de condiciones para optimizar los servicios de temporada en varias de las playas que están en término municipal. El objetivo es mejorar los servicios complementarios, ganar en seguridad y puntos de información turística. Gladys Acuña además aseguró que el gobierno continuará con la organización de eventos animadores de la economía de comprobado estímulo al consumo. Al concluir su intervención hizo mención a la responsabilidad de todos los agentes sociales, sin excluir la suya, en la misión de mejorar la calidad del destino y los servicios que ofrece.

Homenajeados

El Ayuntamiento de Yaiza quiso destacar con las distinciones del Día del Turismo a dos personas que influyeron notablemente en el progreso de Playa Blanca y que además echaron una mano a sus vecinos en la década de los setenta y ochenta.

Niels Prahm, con la ayuda de César Manrique, permitió a los pescadores de la época escriturar sus viviendas, contribuyendo también a la ordenación de terrenos para la construcción futura de colegios y otros edificios de utilidad pública.  Prahm, con más de ochenta años de edad, trabaja ahora en un proyecto de investigación en Bolivia y no pudo asistir al acto, pero en su representación estuvo su hija Andrea, que desveló la reacción de su padre cuando supo del homenaje: “Por fin, después de cincuenta años, ya era hora”, palabras que causaron sonrisas entre los asistentes.

En un escrito enviado a Andrea, Niels Prahm recuerda que al comprar buena parte de los terrenos de Playa Blanca descubrió que los pescadores del pueblo no tenían escrituras ni ningún documento oficial que acreditara sus propiedades. “Para poder hacerles las escrituras primero los dos (refiriéndose a la compañía de César Manrique) caminamos por el pueblo con un topógrafo preguntando a las familias  de los pescadores dónde estaban los límites de sus terrenos, con dos asistentes que fueron marcando los lindes. También nosotros  marcamos unos terrenos para el municipio, para que en el futuro pudieran construir colegios o centros públicos”.

Andrea dijo sentirse emocionada por la distinción de su padre y transmitió la alegría de Niels Prahm al saber que se habían acordado de él y su obra. Gladys Acuña hizo entrega de la distinción enalteciendo el papel desempeñado por Prahm en la historia del pueblo.

Por su parte, gracias a la intermediación del ingeniero Tron Jorstad, presente en el acto institucional, Club Lanzarote, la empresa que representaba en 1983, regaló a cien jóvenes del municipio mayores de 18 años igual número de parcelas, de 200 metros cuadrados cada una, en lo que hoy se conoce como casco de Playa Blanca, para que construyeran viviendas. Actualmente algunos de esos beneficiarios aún las habitan y otros decidieron venderlas.

Tron Jorstad vino de Noruega, con 35 años de edad, en el año 71 a trabajar a Playa Blanca, se quedó para siempre y es considerado un nativo más que siente la tierra. La alcaldesa también agradeció al homenajeado su apoyo al deporte y a la educación. Hace escasos meses donó equipos audiovisuales al colegio de Playa Blanca y material para el comedor escolar de este mismo centro educativo. El primer teniente de alcalde, José Antonio Rodríguez, entregó la distinción a Tron Jorstad, que rememoró con detalles cómo fue su llegada a Lanzarote y Playa Blanca y las vicisitudes que pasaban sus vecinos por problemas como la escasez de agua. “Playa Blanca no tenía luz, agua y no tenía puerto, era un pueblo de apenas 270 personas que vivían de la pesca. Todo el municipio tenía 1.200 personas y ahora tiene 15.000”. Jorstad también recordó que  en el año 76 se aprobó el primer plan para construir camas turísticas. Tron Jorstad se mostró agradecidísimo por el homenaje ofrecido por Yaiza este sábado.

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