Yaiza viaja a Cabo Verde a través de la palabra
A través de la prosa, la expresión poética y la música, la muestra itinerante del Salón Internacional del Libro Africano (SILA) no solo estrecha los vínculos entre creadores y gente del mundo editorial de África y Canarias, sino que es una experiencia generosa de intercambio cultural que este año permite a las Islas poner especialmente su mirada en Cabo Verde, país invitado.
En su recorrido por el Archipiélago canario, el SILA aterrizó este jueves en Lanzarote, para ofrecer una noche fantástica en la Casa de la Cultura Benito Pérez Armas de Yaiza, que permite conocer mejor cómo piensan, viven y escriben los pueblos africanos. El municipio de Yaiza, junto a ciudades capitalinas de Canarias, además de Madrid, Praia (Cabo Verde), Dakar (Senegal) y Rabat (Marruecos), consiguió la sede en Lanzarote del SILA 2013, hecho destacado por el concejal de Educación y Cultura, Francisco Guzmán Rodríguez.
Interesantísima la charla de la catedrática Felisa Rodríguez Prado, experta en literatura africana, acerca de la literatura escrita por mujeres, y no de la literatura femenina, “porque la literatura no tiene sexo”. Rodríguez Prado, presentada por Syra Jiménez de la Casa Museo José Saramago, explicó la contribución del género a la escrita literaria en África, donde las mujeres son transmisoras indiscutibles de la identidad cultural.
La ponente invitada demostró, leyendo fragmentos de narrativas, cómo las mujeres africanas, “anónimas y omnipresentes”, se convierten en su quehacer diario en protagonistas de la palabra literaria.
Otra característica de la literatura africana escrita por mujeres es la publicación tardía de los libros, no siempre asociada a problemas económicos. Hay casos en que las creadoras han publicado libros veinte o treinta años después de escribirlos. En cualquier caso, el desarrollo de la industria editorial africana depende, y mucho, de la estabilidad política y situación económica de cada país. Son más de cincuenta países y en ellos se pueden encontrar editoriales potentes con tecnología avanzada o situaciones como el de una revista que alguna vez le tocó publicar en papel de embalar.
El SILA permite descubrir muchas intrahistorias, así, el proyecto puede entenderse como “una forma de fortalecernos desde el conocimiento del otro”, como lo apuntó en Yaiza el director general de Cooperación y Patrimonio Cultural del Gobierno canario, Aurelio González. La insularidad geográfica no debe incomunicar culturalmente al pueblo canario ni a la Macaronesia.
Un acto como el de Yaiza, empapado de literatura, es inconcebible sin unos minutos dedicados a la lectura en voz alta. Manolo Martín, lector del programa Literatura Viva de la Biblioteca Insular, que cumple diez años de andadura, leyó bellísimos poemas de autores caboverdianos y de otros países de África.
Después de tantas emociones y contenido, era necesario un receso antes del concierto de cierre.
El músico y compositor Kaká Barboza abordó la poética en la música caboverdiana interpretando en lengua nativa temas sentidos. Con referencias históricas y aludiendo a la tradición oral, Barboza introdujo cada una de las canciones para la mejor comprensión del público.
Entre libros de autores representativos de Cabo Verde, el SILA se marchó de Lanzarote rumbo a Fuerteventura cautivando a los espectadores y escuchas reunidos en Yaiza. El director del proyecto, Francisco González, y la consejera de Educación y Cultura del Cabildo, Emma Cabrera, realzaron la presencia del Salón en Yaiza como un ejemplo de descentralización de importantes eventos culturales.