La Degollada, enclave con fuerte vinculación cultural desde la época preeuropea
La Dirección General de Patrimonio Cultural ha localizado suelo de ocupación aborigen en el yacimiento de la Cueva del Majo en La Degollada, término municipal de Yaiza, una casa honda dentro de un tubo volcánico que ha sido datada entre los siglos VII y VIII de la era común. El estudio de los materiales recuperados como piezas óseas, cerámicas y líticas, entre otras, evidencian que este enclave poseía una fuerte adscripción cultural desde la época preeuropea hasta la actualidad. El alcalde de Yaiza, Óscar Noda, valora “el interés de vecinos y vecinas de La Degollada que impulsó la investigación del Gobierno canario con el apoyo del Ayuntamiento de Yaiza”.
La directora general de Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias, Nona Perera, dio a conocer este lunes los detalles de la segunda campaña de este proyecto a los medios de comunicación, acompañada por Óscar Noda, la concejala de Patrimonio de Yaiza, Silvia Santana, y el arqueólogo y director de la intervención arqueológica, Jesús Cáceres. Este proyecto es muy importante “para conocer la historia completa de Lanzarote ya que advertimos que la investigación arqueológica está concentrada en el norte de la isla”, declaró Perera. Con estos trabajos se amplía la búsqueda de “la presencia aborigen en la totalidad del territorio y se equilibran los estudios”, sostuvo.
El alcalde dio la enhorabuena al equipo de trabajo y a las asociaciones implicadas en este proyecto. Además, aprovechó el acto para agradecer “que se desarrollen este tipo de intervenciones en el municipio”, necesarias para entender el pasado de Yaiza.
Para contextualizar este yacimiento arqueológico, la empresa Tegue, arqueología y gestión de patrimonio dató uno de los materiales óseos humanos localizados en una de la unidades estratigráficas, exactamente un incisivo inferior, a través del muestreo de Carbono 14. Se trata de la primera vez que se realiza una intervención arqueológica en una cavidad de estas características en el sur de la isla, “por lo que ha servido como comparativa a otros yacimientos similares como el Poblado de Zonzamas y la Peña de las Cucharas”, explicó Cáceres.
De hecho, la importancia de la datación de la Cueva del Majo se debe a que los otros dos contextos arqueológicos del norte de Lanzarote tienen la misma cronología, lo que puede indicar que Lanzarote se encontraba ocupada en el norte y en el sur durante los siglos VII y VIII, según el equipo de arqueología compuesto por Jesús Cáceres y Joachim Ehrenhöfer.
Estudio integral
El proyecto, que cuenta con el aval científico de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, recoge un estudio integral del Valle de Fenauso en el que se incluye una revisión documental del archivo de Yaiza, la prospección arqueológica con la realización de sondeos en algunas casas hondas de La Degollada así como la difusión de los trabajos realizados al público general y la comunidad científica.
Los materiales localizados en el interior de la cavidad y en sus alrededores, a través de una excavación arqueológica, “han sacado a la luz gran cantidad de datos sobre la vida cotidiana de la población maja dentro de un espacio habitacional”, adelanta el arqueólogo.
En los exteriores de la casa honda se registran piezas óseas de fauna trabajadas, malacofauna antigua y cuatro dientes humanos, dos de ellos unidos por un fragmento de mandíbula inferior, que corresponden con uno de los incisivos analizados, dos premolares y un molar.
Con respecto al tubo volcánico, existe un suelo de ocupación arcilloso con una granulometría fina, donde se documentan materiales cerámicos a mano, malacofauna, líticos y presencia muy diluida de ceniza de fuego.
La Dirección General de Patrimonio Cultural pretende con esta investigación denominada ‘Valle de Fenauso, usos y costumbres territorial de época preeuropea hasta la actualidad’ ampliar el conocimiento sobre el pasado de Lanzarote y atender así, a la demandada ciudadana de la Asociación de Vecinos Los Mahos de La Degollada de conocer la historia de su pueblo.