Baño de multitudes para los Reyes Magos en Playa Blanca
Melchor, Gaspar y Baltasar visitaron Playa Blanca para alimentar ilusiones, desatar alegrías, y por supuesto, repartir caramelos, golosinas y hasta recibir cartas tardías, pero durante su estancia en el sur de la Isla, ellos también estuvieron muy regalados, y es que las miles de personas que siguieron la cabalgata en la noche de este domingo no pararon de mimarlos, de llamarlos, de señalar orgullosamente a sus preferidos, en fin, de demostrar que la víspera y el día de Reyes es de los momentos más fantásticos del año.
Al igual que en el pueblo de Yaiza a mediodía, decenas de niños se reunieron una hora antes de la salida de la cabalgata en la zona lúdica montada en la plaza de Playa Blanca para divertirse con talleres y colchonetas mientras se hacían las siete, hora en la que vecinos y turistas ya empezaban a buscar sitio en la céntrica Avenida Papagayo.
Entre tanto, en la explanada próxima al puerto, Melchor, Gaspar y Baltasar montaban en ‘Ronaldinho’, ‘El Cubano’ y ‘Tayson’, los tres mansos camellos que tuvieron descanso en el Parque Nacional de Timanfaya para la importante encomienda de servir a sus Majestades.
Mientras los Reyes y pajes reales apuraban la provisión de caramelos, sonó la música de la batucada Villapipol, se escucharon las primeras arengas de sus integrantes y a andar. El desfile salió puntual en medio de la simpatía de una treintena de personajes infantiles, malabaristas y zancudos que se acercaban a las personas que disfrutaban del espectáculo apostadas en las aceras.
Los tambores avisaban de la presencia de los Reyes y su corte, entonces era cuando más se escuchaba el “mira quién viene ahí…” Apenas se notaba a lo lejos una barba blanca y los primeros gritos: “Melchoor, Gaspaar, Baltasaar”, era como el querer acelerar el paso del desfile hasta el lugar de posición.
A partir de allí, todavía en la Avenida que conduce al puerto, fue un disparo incesante de cámaras, móviles y toda clase de dispositivos electrónicos para sacar fotos y grabar vídeos, muchos de ellos ya colgados en redes sociales.
Y si bien el protagonismo indiscutible del 5 de enero es para los Reyes de Oriente, la popularidad del Ratón Mickey y el Pato Donald no tiene fecha de caducidad. En Playa Blanca ambos fueron aclamados como siempre.
Todo ese caudal de simpatía fue acercándose al centro del pueblo hasta desbordarse por completo en la Calle Varadero y la Avenida Papagayo, justo en la pequeña rotonda que une ambas vías.
El recibimiento a los Reyes fue tan apoteósico que a partir de ese punto el desfile se ralentizó para complacer a los miles de espectadores, así, los últimos metros de cabalgata transcurrieron en medio de la euforia de un público que destacó por su excelente comportamiento.
La fiesta no terminaba ni mucho menos con el arrivo de sus Majestades a la plaza. Sólo fue bajarse de los camellos, saludar de cerca a niños y adultos, para que Melchor, Gaspar y Baltasar, junto a sus pajes reales y armados de mucha paciencia y sin perder nunca la sonrisa, comenzaran a entregar conos de golosinas a niños de todas las edades, escuchar sus peticiones y compromisos, y cómo no, fotografiarse con cada uno.
Parecía que después de ese arduo trabajo los Reyes ya merecían un descanso, pero resulta que no. La ilusión por los Reyes Magos no se pierde con la edad, y adultos de Playa Blanca alzaron la mano, como en el cole, pidiendo audiencia con alguno de los tres. Les fue concedida y subieron al escenario para dejar constancia de que aún son muy jóvenes de espíritu.
Terminaron las fiestas de fin de año y Reyes pero la música de la Batucada Villapipol de la cabalgata de Playa Blanca nos recuerda que el Carnaval sureño está a la vuelta de la esquina.
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