Femés sorprende con una divertidísima puesta en escena
Ochenta vecinos recrean la llegada al pueblo del ‘Gurú de los Deseos’. El público sale maravillado con el montaje y desempeño de los actores naturales.
El ‘Gurú de los Deseos’ desembarcó en la noche de este viernes en Femés para hacer cumplir sueños casi imposibles, aunque su misión tuvo que superar los traspiés ordenados por una malvada comerciante que quiso anteponer sus viles intereses económicos a las fantasías de los vecinos del pueblo. Ochenta actores naturales de Femés, bien dirigidos por la maestra Fefa Toledo, desarrollaron la sorprendente puesta en escena titulada ‘Hay un deseo que te quiero pedir’, todo un esfuerzo artístico que engrandece aún más las Fiestas de San Marcial, pero sobre todo un bello ejercicio de participación e integración, altamente valorado por las personas que fueron a Femés a disfrutar de la propuesta escénica.
Además del desempeño de los actores, la directora reconoció públicamente el trabajo de los guionistas, de los encargados de confeccionar el vestuario y diseñar la escenografía, de los responsables de escoger la música, y por supuesto, de los espectadores, porque sin sus risas y aplausos todo el esfuerzo carecería de sentido.
Este año el teatro además contó con la incorporación de vídeos proyectados en pantalla gigante en los que se podía ver el recorrido de “mensajeros” que preguntaban a gente del pueblo por ese sueño especial que desearían cumplir.
Para sorpresa de la comerciante malvada, niños, jóvenes y adultos obviaron deseos materiales como los electrodomésticos que tenía exhibidos sobre el escenario, para venderlos a costa de sus anhelos, prefiriendo hechos que para ellos tenían especial significación espiritual.
El ‘Gurú de los Deseos’ desoyó, una y otra vez, los razonamientos inoportunos de la comerciante y sus empleados, para ayudar a un grupo de niños a bailar en otra galaxia o propiciar el encuentro entre dos hermanas que no se veían desde hace muchísimo tiempo.
Asimismo ese señor fornido, barbudo y de pelo largo, de acento árabe y verbo pausado, vestido con una túnica color naranja, hizo realidad que una adulta se transportara al pasado para ser felicitada el día de su cumpleaños por sus compañeros de parchís o que una mujer cumpliera su deseo de convertirse en Miss Femés compitiendo con otras beldades.
Gracias al misterioso hombre, niños y jóvenes estudiantes también cumplieron su deseo de ser superhéroes abogando por la paz en el mundo, mientras que otros tantos vecinos vieron realizados sus nobles deseos sin tener en cuenta los condicionantes que pretendía imponer la comerciante malvada y su séquito.
Al final, los actores bajaron del escenario y salieron del fondo de la carpa para invitar al público a bailar una canción cuya letra tiene mucho que ver con el sentido de divertirse y hacer divertir a la gente a través de propuestas creativas: “Sólo se vive una vez…”.
Femés pasó rápidamente de la ficción a la realidad con un último deseo. Los vecinos, a grito de “Fefa, Fefa, Fefa”, pidieron a la maestra que no se desvinculara de la actividad cultural del pueblo por el hecho de su merecida jubilación. Fefa Toledo acaba de cumplir 30 años en la docencia, 24 de ellos dedicados a la Escuela Unitaria de Femés. Mi deseo, contestó, “es que todos pongan en práctica las enseñanzas de muchos años”.
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