El Castillo del Águila enamora a vecinos y turistas
La idea innovadora de Playa Blanca gustó, y mucho. La fila que se mantuvo el sábado en el Castillo del Águila hasta pasada la media noche para entrar al galactario instalado en la fortaleza, la gente visionando el cielo a través de potentes telescopios y el delirio desatado por el show de la banda rockera Los Lola, confirman el éxito de Astromusic, una iniciativa de ocio propuesta por el Área de Educación y Cultura del Ayto. de Yaiza.
La actividad simultánea de música y astronomía permitió el disfrute de niños y adultos, convirtiendo el espectáculo en todo un programa familiar. Con la aparición de las primeras estrellas en el firmamento, el público, guiado por expertos del colectivo Astronomía Lanzarote, se animó a observar Venus, Saturno, la constelación del verano, la estrella polar y la galaxia del sistema solar.
Para los peques resultó ilusionante observar tan cerca los cuerpos celestes, como fue para todos conocer un rincón del Castillo del Águila. La simple entrada al fortín y la información audiovisual proyectada sobre el origen de la vida y la contaminación lumínica atrajo a cientos de personas que no quisieron perderse la sesión de quince minutos en el galactario portátil.
La alcaldesa de Yaiza, Gladys Acuña, y el primer teniente de alcalde, José Antonio Rodríguez, aprovecharon la visita del presidente del Cabildo, Pedro San Ginés, para insistir en la financiación del proyecto municipal, que conoce la Primera Corporación insular y el Gobierno de Canarias, que contempla la apertura del Castillo como reclamo de interés histórico, patrimonial y turístico.
Las luces proyectadas sobre el edificio dejaron bellísimas estampas.
Banda con estrella
Y en esta espléndida noche de Playa Blanca también triunfó un grupo que tiene estrella: Los Lola. La banda grancanaria no solo toca bien, sino que divierte, contagia y conquista. Con el fondo del Castillo, metidos en una carpa transparente y apoyados por un público exultante, ofrecieron dos horas de pop – rock en español cargadas de energía.
El dominio de la puesta en escena de su voz líder, Sergio Franquis, un showman en toda regla, facilita que la banda cumpla con su premisa irrenunciable: divertir divirtiéndose. Junto a Sergio, Eulalio de la Mata, guitarra y coros, Javier Pérez, guitarra y coros, Sixto Martín, bajo y coros, y Javier Viera, batería, provocaron una avalancha imparable de canciones como Amante bandido, Enamorado de la moda juvenil, Yo no te pido la luna y otras tantas letras guardadas en la memoria de los seguidores, con arreglos muy propios, que impulsaron al público a cantar y saltar.
Más allá de su repertorio, de aceptación indiscutible, la banda en sí misma es un auténtico espectáculo que maravilla. Los Lola se retiraron, cuando el público al fin los dejó, en medio de una gran ovación y con el habitual salto colectivo con el que debe terminar un buen concierto de rock.
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