Playa Blanca muestra su devoción a la Virgen del Carmen
El pueblo sale a la calle para honrar a la patrona de los pescadores.
Allí, en primera fila, participando de la misa junto a sus familias, estaban antiguos pescadores de Playa Blanca dispuestos a salir en procesión con la imagen de la Virgen del Carmen. Resonaron las campanas y la patrona de los marineros abandonó la iglesia entre vítores y aplausos. Como cada 16 de julio, el Día Grande de las fiestas sureñas, vecinos y visitantes dieron muestras de fervor religioso honrando a la guía espiritual del pueblo.
Antes de peregrinar, hubo un momento de oración para recordar a los miembros de la comunidad de Playa Blanca que han fallecido, pedir salud de cara al trabajo y a la lucha del día a día y dar gracias a la vida. Extranjeros y gente de otras regiones de España que han encontrado en el sur de Lanzarote una oportunidad reacia en otras latitudes, se unieron a la plegaria. La Agrupación Vocal de Yaiza entonó los cánticos durante la celebración de la eucaristía.
Son tiempos difíciles, pero el pueblo agradecido mira hacia la Virgen del Carmen para retribuir el estado de bienestar. No fueron pocas las vicisitudes que pasaron los marineros de antaño, tanto en tierra como en la mar, y las de viejas familias de Playa Blanca que con su esfuerzo, y en medio de la escasez, propiciaron mejores condiciones de vida para los niños, jóvenes y adultos de hoy. Contaba una vecina que aún se reúne con sus amigas en la playita de callao “de toda la vida”, la que está al lado del puerto, para rememorar cómo era la vida de sus padres y abuelos.
La procesión, bajo los acordes de la Banda Municipal de Yaiza, recorrió calles céntricas de Playa Blanca, incorporando a vecinos que optaron por unirse desde el paso por sus viviendas. El vicepresidente del Cabildo insular, Joaquín Caraballo, y el senador por Lanzarote, Óscar Luzardo, entre otros representantes de instituciones públicas, acompañaron a la alcaldesa Gladys Acuña y a concejales del municipio de Yaiza.
La procesión llegó a la Avenida Papagayo en medio de público agolpado a lado y lado de la calzada y concluyó en la plaza del Carmen, donde esperaba el cuerpo de música y baile de la Agrupación Folklórica Rubicón. El pueblo y los visitantes disfrutaron de la actuación antes de la vuelta de la virgen a la iglesia. La procesión concluyó como empezó: con una oración y un cerrado aplauso.
Después del acto central del Día Grande, hubo gala en el recinto portuario, por cierto, muy bien conducida por el humorista Dani Calero, que volvió a ganarse el público con historias y chistes. Actuaron Víctor Lemes, con canciones mofándose de la actualidad, Foncho, Nakor, Natalia Palacio, acompañada por el pianista Alexis Canciano, y la revelación tinerfeña del canto, la jovencísima Sislenia Caparosa.
—
