Rubicón lanza una oda a la riqueza cultural canaria

La Agrupación Folclórica regala al público reunido en Yaiza dos horas de música, baile y tradición. Rubicón homenajea al maestro Juan Quintero.

El Festival de la Agrupación Folclórica Rubicón de Yaiza fue todo un poema a la riqueza cultural de las Islas Canarias, y por qué no, un llamado al respeto de las tradiciones archipielágicas.  Alrededor de cuarenta músicos y treinta bailadores ofrecieron un bellísimo espectáculo durante la noche de este viernes en la plaza de Los Remedios. Llenazo y un sobresaliente para la actuación de Rubicón y artistas invitados, entre ellos, el cuerpo de baile de la Agrupación Timbayba y la solista majorera Lidia Moreno.

Desde el mismísimo comienzo del Festival, con la entrada de mujeres, hombres y niños simulando la llegada del campo, ataviados con trajes típicos y cargados de animales y aperos de labranza, la asistencia quedó prendada y atenta a la narración. Una voz femenina, acompañada por la sutileza del timple, rememoró tiempos en los que  podían escasear los recursos materiales pero nunca la alegría ni la autenticidad.

Los primeros focos fuertes sobre la tarima descubrieron no solo el completo cuerpo de toque de Rubicón y músicos visitantes, sino el impresionante escenario de dos niveles perfectamente decorado para la ocasión, donde a un lado se podía ver la exposición de un artesano que fabrica instrumentos de cuerda y al otro la elaboración de gofio amasado con zurrón. “Es todo un lujo reunir tanto talento en un marco incomparable”, apuntó Francisco José Navarro, presentador del Festival.

Las seguidillas de Lanzarote abrieron el apetito musical. En la plaza de Yaiza lucieron las voces de Lidia Moreno, María Cedrés, Araceli Bravo, Kiko Machín y Cristian Morales, que luego dieron paso a una contagiosa polka majorera interpretada por el cuerpo de toque  de Rubicón, incluyendo violín y acordeón. Mientras los músicos desarrollaban todo su saber sobre el nivel más lato del escenario, las parejas de baile de las agrupaciones Rubicón y Timbayba, más cercanas a los espectadores, también demostraban horas de ensayo, alegría y plasticidad.

El respeto y cultivo de la cultura canaria no riñe con la acogida de expresiones populares de otras latitudes. Así, antes de la interpretación de sentidas malagueñas, Rubicón dio cabida a una ranchera en la voz de María Cedrés.

Llegaron de inmediato piezas entrañables, tristes y nostálgicas, tan solicitadas como folías o seguidillas. El público mantuvo su atención en el escenario disfrutándolas a la par de gofio y queso ofrecido por la organización.

En el Festival apenas hubo tiempo para el descanso. El guión marcaba la aparición del canto jovial e intenso de la isa de figura, que permitió ver una atractiva integración de círculos de baile de los grupos Timbayba y Rubicón. Los respiros estuvieron dados por canciones sin la intervención de los bailadores. Fue el turno del solista Omar Pérez con el tema ‘A mi manera’.

La esencia del folclore canario irrumpió enseguida con hermosas folías, quizá el canto más arraigado en la Islas. La danza de procedencia portuguesa, que según investigadores  acoge el nombre  por la locura (folie) con que danzaban sus participantes, encendió aún más el ambiente en la plaza de Yaiza. Los rostros extenuados de las parejas de baile y la reacción del público demuestran que los artistas lo entregaron todo en el escenario.

Tras la tanda de folías, la Agrupación Folclórica Rubicón se atrevió con el nada fácil sorondongo majorero.  La adaptación de música y baile puesta a consideración por el grupo sureño recibió muy buena nota de Lidia Moreno, que  a su vez tuvo la enhorabuena de Rubicón por su interpretación de malagueñas.

En el recorrido musical canario también destacó el siote palmero. Su ritmo incontestable y el baile de Rubicón contagiaron al público que siguió entusiasta con las palmas. El vocalista Cristian Morales impuso la calma interpretando la recordada canción ‘Noelia’, del compositor catalán Augusto Algueró, que popularizo en su momento Nino Bravo.

 

Homenaje a Juan Quintero

Una figura importantísima del folclore canario brilló con nombre propio en el Festival Rubicón: Juan Quintero. La agrupación anfitriona homenajeó a este gran maestro que cantó en la Agrupación Folclórica Los Campesinos. Un grupo de familiares representó a Juan Quintero en los honores ofrecidos por la familia Rubicón.

El Festival se acercaba a su conclusión, pero aún deparaban enormes sorpresas. La elegancia del santo domingo de Lanzarote con un precioso baile participado por niños y adultos fue el anticipo al rato de mayores sonrisas. El enfrentamiento de polkas piconas entre Lidia ‘La majorera’ y los vocalistas lanzaroteños Ricardo (12 años), José Vicente y Cristian cautivó por la picardía, contenido y velocidad de respuesta  de los cuatro.  Los chicos cortésmente otorgaron la victoria a ‘La majorera’, que admitió la calidad de sus rivales, “aunque el crío fue el que me la puso más difícil’.

La Agrupación Folclórica Rubicón tuvo el detallazo de entregar un obsequio a cada una de las entidades y personas que hicieron posible el éxito de horas y horas de trabajo. Su director, Roberto Gil, también reconoció públicamente el esfuerzo y dedicación de todos los integrantes del cuerpo de toque y baile de la Agrupación  así como el compromiso de Timbayba y músicos invitados.  La isa de salida puso fin al espectáculo de la mejor forma posible: el público, alentado por los bailadores de Rubicón, subieron a tarima a gozar junto a quienes les habían regalado una noche estupenda. El Ayuntamiento de Yaiza congratula a la Agrupación Folclórica Rubicón por el valioso aporte que hace a la cultura de la tierra.

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