Tributo marinero a la virgen en Playa Blanca
Playa Blanca no olvida sus raíces marineras. El trabajo de sus vecinos en la mar fue el sustento de muchas familias que contribuyeron al desarrollo del sur de la Isla. El pueblo agradecido se congregó un año más para rendir tributo a la guía espiritual de los marineros: Nuestra Señora la Virgen del Carmen. Como Francisco, veterano pescador de Playa Blanca y El Golfo, marineros del municipio de Yaiza, sus familias, vecinos y turistas, se reunieron este domingo para asistir a la misa y participar de la procesión marítima en honor a la Santa Patrona.
La iglesia y la imagen de la virgen se mostraron engalanadas con preciosos arreglos florales para una ceremonia religiosa cargada de solemnidad. El silencio de los marineros, las oraciones en voz alta y la mirada fija puesta en la Patrona fueron muestras del fervor que los sureños le profesan a la virgen del Carmen. La procesión salió de la iglesia acompañada por la parranda Janubio hasta la playa pequeña del pueblo, donde decenas de personas congregadas a lo largo del paseo marítimo y bañándose en el mar la recibieron con un fuerte aplauso.
La parranda El Golpito hizo el relevo a Janubio mientras que los marineros bajaron por la pasarela de la playa con la virgen en hombros para llevarla hasta la zodiac que luego trasladó la imagen a la embarcación pesquera que presidió la procesión en la mar. Más de cincuenta barcos estaban fondeados en la costa de Playa Blanca esperando el inicio del recorrido. En tierra, seguían llegando espectadores. Las embarcaciones navegaron de lado a lado cumpliendo con la Patrona hasta que después de unos cuarenta minutos, se acercaron nuevamente a la costa para desembarcar la virgen y rendir más honores.
Muchos espontáneos se lanzaron al mar para acompañar la llegada de la virgen a nado, entre ellos, el cura Sixto Álvarez, un experto en nadar con sotana y sin sobresaltos.
La imagen de la virgen fue recibida con aplausos en la playa, donde sonó El Golpito, y como si de un himno se tratara, la gente guardó absoluto silencio hasta que la parranda terminó de tocar. Los peregrinos regresaron con la virgen al templo, rezaron y dieron la última ovación y “vivas” a la espera de volver a llevarla a la mar en julio de 2013. La devoción a la virgen del Carmen es indiscutible.
El colofón a las fiestas de Playa Blanca lo puso la celebración de la VII Noche Joven, en la que jóvenes cantantes y bailarines de Yaiza ofrecieron un animado espectáculo hasta la exhibición de fuegos artificiales.