Uga conecta con el teatro en su expresión más crítica y reflexiva
La obra de teatro ‘La leyenda de Isla Quemada’, interpretada el pasado viernes en el pueblo lanzaroteño de Uga con la dirección de Salvador Leal, es un buen ejemplo del arte como libre expresión de divulgación y ejercicio de crítica y reflexión sobre nuestra responsabilidad individual en el cuidado del lugar donde vivimos, y más, si se trata de un espacio pequeño, sensible y protegido como Lanzarote.
El Ayuntamiento de Yaiza promueve el arte como motor de pensamiento y transformación y con ese espíritu ofreció esta función teatral, para todos los públicos, que plantea la disyuntiva entre el crecimiento sin freno y el desarrollo sostenible, poniendo el foco no solo en los intereses empresariales y políticos, sino en el compromiso de cada persona en el cuidado del medio natural. La suma de pequeños gestos hacen de la conservación un gran proyecto colectivo.
La obra, con diálogos en rima y sutiles pinceladas de humor, busca en todo momento un punto de reflexión a través de emociones que provocan la conexión con el público que termina siendo cómplice de la defensa de Madre Tierra frente al egoísmo humano.
Cincuenta minutos de ‘La leyenda de Isla Quemada’ son suficientes para recordarnos los recursos limitados de la Isla, empezando por el agua, y el esfuerzo y sacrificio de viejas generaciones de Lanzarote que supieron adaptarse a circunstancias adversas, sobrevivir e impulsar el bienestar moderando el aprovechamiento del medio.
Así, la trama de la obra sensibiliza sobre la conservación de especies y el ecosistema, despierta conciencia acerca de las repercusiones que tienen nuestro comportamiento y acciones sobre el territorio lanzando un mensaje a las nuevas generaciones y echando una mirada al sentido de pertenencia de abuelos y bisabuelos. Yaiza organizó esta propuesta artística enmarcada en el programa cultural de fin de año desde la Concejalía de Medio Ambiente que dirige Águeda Cedrés, presente en la función junto al alcalde Óscar Noda.